Profecías y Señales

Cuando la plaga de la cuarta trompeta haya caido sobre la Tierra, muchos de los hombres que habrán sobrevivido comenzarán a estudiar las sagradas Escrituras. Cuatro preguntas fundamentales se les presentarán en sus mentes, para tratar de comprender lo que está sucediendo y lo que habrá de venir.

 

1.  ¿Qué quiere decirnos Dios con estos desastres?
    

   La evidencia del enojo de Dios va a se tan avasalladora, tan grande, que nadie va a dudar que esto vino de El. Los líderes religiosos y la gente no religiosa van a quedar estupefactos ante esto.

   Entonces Dios hará una separación entre dos categorías: los que están dispuestos a formar parte de su pueblo mediante el respeto de sus leyes y su voluntad; y los que en forma desafiante se levantarán en su contra y no querrán aceptar su soberanía.
   El mundo quedará dividido entre los que temen a Dios y le adoran y los que adoran a la Bestia y a su imagen.
    

2. ¿Por qué Dios está tan enojado?
   
   Y Dios les responderá por medio de sus siervos, los 144.000 sellados que por 42 meses (tres años y medio) van a dar su testimonio. Estos dirán a todo el mundo que la causa de su enojo se debe a que los hombres han dejado de cumplir sus leyes.
   Isaías 24:3-6 dice: La tierra será enteramente vaciada, y completamente saqueada; porque Jehová ha pronunciado esta palabra. Se destruyó, cayó la tierra; enfermó, cayó el mundo; enfermaron los altos pueblos de la tierra. Y la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las leyes, falsearon el derecho, quebrantaron el pacto sempiterno. Por esta causa la maldición consumió la tierra, y sus moradores fueron asolados; por esta causa fueron consumidos los habitantes de la tierra, y disminuyeron los hombres.
   Los que sobrevivan a estos desastres estarán asolados y deprimidos.
    

3. ¿Y ahora que sigue?
   
   Ahora el mayor desafío de los 144.000 que están dando el mensaje de la última amonestación a los hombres es como reconciliar el amor de Dios con los desastres que están pasando en la Tierra.
   Muchos les dirán que estas plagas no pueden venir de Dios porque la Biblia dice que Dios es Amor y citarán a 1 Juan 4:8 que dice: "El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor."
   Pero éstos son los que no comprenden que el amor de Dios se revela se revela en un balance perfecto entre justicia y misericordia. El amor de Dios consiste en dar a cada quien lo que merece y perdonar a los que se arrepienten de haber trasgredido su ley y la cumplen de todo corazón.
   Los entendidos sabrán que leyes de Dios reflejan su sabiduría infinita y que los principios que rigen el gobierno de Dios son: la Misericordia, la Justicia, la Equidad, la Autoridad, la Gloria y el Poder.
    

4. ¿Por qué Dios se encubre?
   Muchos se preguntarán si no hubiese sido más simple que Dios se manifieste y así todos creerían en El y así evitar todo ese sufrimiento. Pero dios se oculta de los ojos de los hombres para ver quienes son los que creen en él y cumplen con su ley, ya que ha dado a los hombres el libre albedrío de elegir su propio camino.
   
   Isaías 45:13 dice: "Verdaderamente tú eres Dios que te encubres, Dios de Israel, que salvas."
   Isaías 59:1-2 dice "He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír."
    

En el tiempo del fin habrá quien diga que no hay Dios, porque si lo hubiera haría justicia. Los hombres al ver que trasgreden la ley de Dios y nada sucede se envalentonarán y se jactarán de sus malas acciones y las proclamarán. Para ellos lo malo, el pecado, que es trasgresión a los diez mandamientos, ya no es pecado.

 

Salmos 14:1 dice: "Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; no hay quien haga el bien. "

 

Habacuc 1:13 dice: “Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio; ¿por qué ves a los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él,”

 

Entre los trasgresores nadie hace justicia con sus propios actos. Nadie que sabiéndose culpable quiere pagar por lo que hizo, sino que minimiza el mal que creó, se excusa con mentiras, o culpa a otros o lo niega sus hechos rotundamente. El cinismo es tal que aseguran su inocencia aún a pesar de pruebas contundentes es su contra. 

Llegarán a decir para justificarse ante los hombres que lo bueno es malo y que lo malo, es bueno.

 

Pero estos no saben que Dios está en silencio y no hace justicia inmediatamente, sino que espera pacientemente a que se complete el número de hombres que serán redimidos. Cuando el número de su pueblo esté completo y se haya llegado al límite de su paciencia, Él actuará.

 

Isaías 5:20-25 dice:"¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! ¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos! ¡Ay de los que son valientes para beber vino, y hombres fuertes para mezclar bebida; los que justifican al impío mediante cohecho, y al justo quitan su derecho! Por tanto, como la lengua del fuego consume el rastrojo, y la llama devora la paja, así será su raíz como podredumbre, y su flor se desvanecerá como polvo; porque desecharon la ley de Jehová de los ejércitos, y abominaron la palabra del Santo de Israel."